domingo, 29 de marzo de 2015

El Orbe Romano

Durante los largos siglos de anarquia y decadenia que siguieron los romanos volvian sus ojos a la
edad de oro de los cinco "buenos emperadores" del siglo II: Nerva, Trajano, Adriano, Antonino Pio y Marco Aurelio. De todos ellos, el mas reverencido y honrado despues de su muerte fue Trajano, descrito doscientos años despues como el optimus princeps, "el mejor emperador". Bajo el mandato de este emperador-soldado, el imperio romano alcanzo sus mayores glorias, tanto por sus triunfos militares como por sus progresos en lo civil. Un ejercito de 168.000 soldados regulares, apoyados por tropas provinciales o auxiliares, guardaba las vastisimas fronteras, que se extendian desde las islas Britanicas del mar Negro y desde el valle del Eufrates, a lo largo del borde del SAhara, hasta el sur de Tunez, Argelia y Marruecos.
Trajano era un hombre de gran capacidad: nacido en el año 53 de la era cristiana, de una familia italiana residente en España desde hacia mucho tiempo, constituia el mejor ejemplo del nuevo tipo de emperador y fue adoptado por Nerva, su predecesor, debido a su talento y no a su ilustre cuna e inmensas riquezas. Bajo Trajano, que goberno como emperador desde el año 98 hasta el 117, el imperio florecio en todos sus aspectos.

Las provincias

Bajo la Republica, las provincias hyabian ido incorporandose a Roma en las formas mas diversas: unas, conquistadas por razones estrategicas (quizas para asegurar la frontera), otras como resultado de una guerra (como los antiguos dominios de Cartago y el Norte de Africa) y otras debido simplemente a las ambiciones militares de los generales del ultimo periodo de la Republica. Alrededor del año 200 de la era cristiana, las provincias del imperio se dividieron en senatoriales e imperiales, las primeras gobernadas por representantes del ]Senado, y las segundas por personas nombradas por el emperador. Las provincias senatoriales eran las mas pacificas y romanizadas en los tiempos de Trajano: formaban un circulo interior de tierras mediterraneas, tales como Aquea, en la Grecia meridional, la Betica en Andalucia y los antiguos territorios cartagineses del Norte de Africa. A excepcion  de la de Africa, carecian de una fuerza militar permanente, dependiendo de la milicia local para el caso muy poco frecuente, de que se produjeran disturbios. Sus gobernadores se elegian por sorteo entre las filas de antiguos magistragos que componian el Senado: el emperador se aseguraba de que las personas seleccionadas poseian la suficiente madurez y experiencia, fijando el numero de años que debian transcurrir entre el desempeño, por ejemplo, del consulado (un importante cargo senatorial concedido tan solo a personas con mas de cuarenta años y con practica suficiente en la administracion publica) y la designacion de gobernador. El gobernador provincial era responsable en ultima instancia ante su soberano, controlaba todos los nombramientos y la burocracia, y a el le correspondia la decision final en materia judicial, salvo en los casos que afectaban a los ciudadanos romanos, quienes tenian derecho a apelar al emperador.
La mayor parte de las provincias y todas las que contaban con fuerza militares permanentes eran responsabilidad personal del emperador, quien por si mismo designaba a los gobernadores de entre las filas de antiguos magistrados. Mientras que el madato de los gobernantes de provincias senatoriales se limitaba a un año, los imperiales podian ser designados por un plazo de hasta tres años. Las provincias nuevas, siempre imperales por naturaleza, puesto que necesitaban un gobierno militar, podian ser asignadas, si eran pequeñas, a un funcionario imperial llamado procurador, un eques (caballero) no perteneciente al Senado: tales provincias (procuratoriales) requerian menos de una legion para guarnecerlas, y por tanto, la responsabilidad era menor. Quizas el ejemplo mejor conocido lo constituye Judea, cuyo procurador mas celebre fue el infortunado Poncio Pilato.

Ante Todo un Soldado

Este alto nivel se mantuvo por que todos los gobernadores recibian una generosa paga, que les daba menos motivos para esquilmar a su provincia, y por que todos ellos habian adquirido considerable experiencia en su carrera en los ejercitos imperiales o como megistrados de Roma. Pero mas importante aun era la supervision del propio emperador; Trajano estaba dispuesto a intervenir incluso en los asuntos de una provincia senatorial, si existian pruebas de corrupcion o abuso. Los propios gobernadores utilizaban las comunicaciones del imperio para consultar al emperador en cuestiones de importancia: por ejemplo, Plinio el Joven, gobernador de Bitinia (Turquia), se vio ante la duda de que hacer con los primeros cristianos de su provincia y consulto al emperador, por que "acostumbro referir todas mis dificultades a ti, Señor, ya que nadie es mas capaz de resolver mis dudas e informar mi ignorancia". Trajano, con su acostumbrada mezcla de humanidad y buen sentido, replico que "esta gente no debe ser perseguida, si son llevados ante ti y probados los cargos contra ellos, deben ser castigados".
Ademas de supervisar directamente la administracion de las provincias, el emperador era tambien del comandante supremo del ejercito, y durante el reinado de Trajano curso de su mandato realizo tres campañas principales, dos contra los dacios, que habitaban la actual Rumania, y una contra los partos (persas), durante los cuatro ultimos años de su vida. Trabajo era ante todo un soldado, y donde se sentia mas a sus anchas era, en el campo de batalla. Durante su reinado, la milicia se confirmo como una de las carreras mas provechosas, abiertas a todos los subditos, fueran o no ciudadanos. Mientras el imperio, bajo una racional administracion, se dedicaba al comercio, las legiones, veintiocho en todtal, protegian las fronteras y garantizaban la Pax Tomana.

7 comentarios:

 

Historia y Turismo Template by Ipietoon Cute Blog Design